domingo, 29 de junio de 2008

Fotografías de Praga



Estas fotos las hice en marzo de 2007, durante mi segundo viaje a Praga. El primero lo hice en 1992, en plenas olimpiadas de Barcelona. Praga ha cambiado, los turistas lo ocupan todo, aquel metálico sabor a socialismo ha desaparecido, pero el vaporoso sabor mágico sigue percibiéndose, a poco que te olvides por un rato de tus compras. Hablaremos de Praga y de sus magias, de sus jardines y de lo fácilmente que te pierdes para llegar siempre al sitio de partida. Hablaremos del Golem y del rabino Löw, del cementerio judio y de una mujer con su niño cogido de la mano, ambos muy arreglados y portando las maletas con sus pertenencias, esperando en al cola que les llevaría al horno crematorio. Hablaremos de jazz, de Kafka y del callejón del oro, hablaremos de ópera, conciertos en iglesias y de una modernidad que sabe a vieja y te habla de primaveras, tanques y tolerancia. Hablaremos.
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2 comentarios:

Hugo Izarra dijo...

Yo estuve apenas unos meses después que tú. Pero fue una ráfaga. Casi no recuerdo nada de Praga, más que el frío.

alex lamico dijo...

Praga es una ciudad para perderse. Es mejor ir cuando no hace tanto frío, esperar que caiga la noche y empezar a andar sin rumbo, dejarse ir por las calles que rodean el Castillo, saber que en algún momento no sabrás donde estás y que al siguiente algo mágico ocurrirá.

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