Me ha llegado este powerpoint con fotos de Mongolia. Mongolia es un país de cuando yo era pequeño, muy lejano y extraño, lleno de pastores y sangrientos guerreros a caballo. También es un país con clima, claro. Me salió en un examen de geografía hace muchos años: clima de Ulán-Bator. Según la clasificación climática de Köppen, que se basa en temperaturas y precipitaciones, se trata de un clima templado frío de verano frío en el que no se alcanzan los 22ºc. (Dwc), con invierno seco y muy frío, con temperaturas medias que no rebasan los 10º durante 8 meses al año. Ya véis. Por supuesto estos datos los acabo de sacar de la wikipedia porque ni siquiera creo que los supiese aquel día del examen. Lo de Ulán-Bator no se me ha olvidado nunca y me viene a la cabeza, asociado a esa prueba, con cierta asiduidad. Es un nombre bonito, como de balneario con burguesía decadente al estilo de Chéjov o del mismo Doctoievsky. Es un nombre de película con tonos sienas y ocres, con campesinas de piel endurecida por el viento y esperanzas idas con él. Sí, yo creo que en Ulán-Bator hará mucho viento.
Pero lo importante son las fotos. Son muy bonitas. Si pulsáis en la esquina inferior de vuestra derecha podréis verlas en pantalla completa.
Pero lo importante son las fotos. Son muy bonitas. Si pulsáis en la esquina inferior de vuestra derecha podréis verlas en pantalla completa.
4 comentarios:
El video, su contenido, realmente precioso. Ahora bien, a parte de lo interesante que podría resultar ser el viajar por esos lugares, al más puro estilo Marco Polo, sin ruta de la seda, pero sí, bien provistos de tiempo y de tranquilidad, sin prisas, ya sabes como en la Itaca de Kavafis... pues, es que, muy poco puedo comentar al respecto (salvo que no me gusta ese deporte que practican algunos jinetes mongoles, sí, ese del tirón de cuello a las pobres gallinas).
... Estoy comenzando a pensar que este blog lo administra alguien con un mando a distancia. No es que yo sea amiga de lisonjas ni de palabras bonitas (va a ser que no) pero si que me gustaría poder intercambiar alguna palabra... aunque sean unas pocas.
Puede que no se te ocurra nada de que escribir, todo el mundo pasamos por ello... pero ¿qué tal si intentas, tentar al personal?. Te propuse hablar de ciclos artúricos, de esas cosillas algo sé, la carrera de Historia, aunque no sea ” filológicamente correcta”, es lo que tiene, que acabas sabiendo de todo un poco...
Espero que te animes y muy pronto nos dejes algo que pueda servir, a quienes entramos aquí, de hilo conductor, eso no estaría nada mal.
No sé si me leerás, y si lo haces y no deseas darme contestación, pues no pasa nada. Pero, igual que, te desee en tu espacio de Comuniquémonos, te lo dejo aquí. “””Te deseo unas felices fiestas y un muy prospero año 2009””
Un abrazo.
Hola Margot, perdona si ha sido descortés mi falta de contestación, pero no caí en ello. Por supueto el mando a distancia que administra el blog está tan lejos de ti como de mi, porque actúa a su mera consideración y de una forma totalmente errática e impredecible. Es así que buscar un hilo conductor va a ser tarea vana, y en ello estoy de acuerdo con el mando. Este despropósito sin propósito al que he llamado "Entrepuertas y escaleras" no tiene ya afán de buscar, sólo encuentra de vez encuando; no pretende ser intercambio, ni proceso, ni debate, ni siquiera verbo. Se escribe, lo escribo, a ratos y sin mirar cómo ni aferrarse a hilazón. Lo escribo por que lo escribo, no porque lo pienso. Es por eso que la alegría es grande cuando alguien como tú traspasa la lejanía del mando y toca algún botón. Ser leído es la única razón de cualquier escrito, ya sea en una botella o en un blog, por mucho que el que escribe apenas sienta ya unos segundos más allá de haberlo escrito.
Felices fiestas y no tan fiestas aunque sean más ciertas.
Creo que he sido demasiado impulsiva, tan solo deseaba pincharte, un poco, con la una única y exclusiva finalidad, de que reaccionases y escribieses. Perdóname.
... Lanza ese mando a distancia, lo más lejos que puedas, y continua siendo tú mismo. Prometo entrar de puntillas, sin hacer ruido.
Como, creo, que ni tú ni yo creemos en estas fiestas, te deseo felicidad sin fecha de caducidad.
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Hola, amigo o amiga, gracias por venir.